Fue leve, casi imperceptible, como un hilo de seda
cuya transparencia, no lo hizo menos presente.
Entraron las dos hermanas en mi
consulta. Una, la pequeña, entró despacio y permaneció callada.
La mayor habló precipitadamente, explicando
sus angustias y temores en una vida, como tantas otras, sin planteamientos, con
muchos nudos y sin apenas desenlaces.
“Desde hace dos años, mi hermana que me
acompañaba, se ha encerrado en su tristeza, no habla, no trabaja, casi no sale
a la calle y solo hace que fumar … la familia está desbordada, yo ya no puedo
con los conflictos y las discusiones en casa que esta situación provoca y
bla,bla,bla
Estoy harta, me siento cansada, deprimida,
irascible y necesito un descanso: Doctora, tiene que darme usted a baja”
Ante aquel relato deshilvanado yo centré mi
atención en la figura callada, sentada delante de mi, en la que sobresalían
unos grandes ojos negros que no miraban a ninguna parte.
Me volví pequeña y frágil ante mil
interrogantes, escondidos detrás de aquella mirada.
No sé en qué momento, el lenguaje entre
nosotras dos apareció, callado, en forma de hilo de seda, en una unión muy
estrecha pero invisible .
Y a través de ese hilo, se fue tejiendo un
lienzo en el que pude dibujar la vida de Ella y entendí la incomprensión y el
vacío instalados en alguien a la que ya no importaba nada ni nadie, y en la que
las palabras rebotaban huecas, sin efecto ni sentido.
No dijo nada, pero sentí, oí, percibí su grito
pidiendo ayuda…… yo no supe qué hacer….
Tampoco yo dije nada.
Concluí la entrevista de forma cortés y
protocolaria, exponiendo diagnósticos y ofreciendo soluciones de manual de
bolsillo.
La mañana siguiente, en nuestro pequeño
pueblo, provinciano de espíritu, largo de lengua y corto de miras, hubo prisa
para difundir la noticia:
“ Ayer, después de una visita a
urgencias en el Centro de salud, la hija menor del droguero, volvió a casa, y
amparada por la noche, envuelta en el humo del su último cigarrillo, salió al
balcón, y cortó el hilo de su vida para siempre.”
Ahora sé que, si en mi espacio reaparece ese
hilo de seda, tiraré de él, para hacerlo mío, sin dejar que se desvanezca,
hasta que se convierta en palabras.
Ma ÀNGELS PUIGDOLLERS
Micro Relato
Escribe mas micro- relatos . Este te ha salido bastante bien
ResponderEliminarEs una historia real?
Me ha encantado Angels!!!! Cuántas cosas que ocurren a nuestro alrededor que se nos pasan por alto...
ResponderEliminarMensaje a tener en cuenta. Muchas gracias.
Malauradament,real com la vida.M'agradat molt.
ResponderEliminarEscriu mes,ets fantastica.
Malauradament,real com la vida.M'agradat molt.
ResponderEliminarEscriu mes,ets fantastica.